Formación del Camino Real del Sur


Recién en el año 1611 aparece en las Actas del Cabildo la primera mención sobre el camino del sur. Este camino, ya delineado en su primitivo trayecto, arrancaba del costado sur de la Plaza Mayor, centro de la Ciudad, saliendo por la actual calle Defensa para entrar en las quintas que rodeaban el poblado siguiendo el curso de la avenida Martín García, al pie de la meseta, hasta tomar el rumbo de la actual avenida Montes de Oca, en pleno campo descendente, amplia senda que desembocaba en el Riachuelo. Cruzado este, el camino entraba directamente en la pampa, rumbo a las estancias y aguadas del sur.

Antes de construirse el puente que se llamó de Gálvez, el Riachuelo como todos los ríos, se cruzaba por medio de unas rudimentarias embarcaciones de cuero, llamadas “pelotas”, que generalmente no cargaban más que un pasajero y su equipaje, debiendo cruzar a nado la cabalgadura, o por algún vado, sobre todo cuando se arreaba hacienda a los corrales de la Ciudad.

El Riachuelo era vadeable a la altura de las calles Montes de Oca, el la Ciudad y Ameghino en Avellaneda. Los pasos de Burgos y Chico, Riachuelo arriba, son mencionados recién al hablarse de la necesidad de construir un puente. Es muy probable que a mediados del siglo XVII, algunas avenidas superiores a las normales, hayan agrandado y abandonado el cauce del río, estimándose entonces por esa razón y por el acrecentamiento del tránsito, la necesidad de construir un puente en la parte alta de la ribera, no lejos del curso del camino.

Fue por esa causa que años más tarde al habilitarse el puente de Gálvez, el camino hubo de ser modificado en parte de su curso para formar el acceso al puente, tomando la actual avenida Montes de Oca hasta la actual calle Suárez y por una senda nueva llamada posteriormente “calle sola”, hoy Vieytes, con lo que se formaron estas dos antiguas calles del barrio de Barracas al Norte, en la Capital Federal.

Cruzando el Riachuelo en su forma primitiva el camino continuaba siguiendo el curso de la actual calle Laprida, en razón de una extensa laguna, que reducida ya se rellenó a fines del siglo XIX, hasta salir a la actual avenida Mitre. Seguía por esta cruzando un pequeño arroyito, brazo de otro que corría por los bajos de la costa, siguiendo hasta encontrar otro curso de agua apenas demarcado sobre el terreno.

A la altura de este arroyo el camino tomaba una anchura desmesurada de casi 250 varas, debida al terreno bajo y húmedo del lugar. Pasado un tercer arroyo, mayor en caudal que los anteriores, el camino torcía hacia la costa del Río de la Plata , siguiendo el filo de la barranca, formando la actual avenida Ramón Franco, siguiendo paralelo al Río con algunas sinuosidades hasta perderse más allá de la última estancia.

Este fue el curso primitivo del camino del sur, visible en los planos de la Ciudad de Buenos Aires y del Partido de Avellaneda, casi con su trazado original, sorteando los accidentes del terreno.

Era fundamental la importancia del camino entonces, pues la parte sur de la Provincia se estaba poblando de innumerables estancias, habiéndose dado las tierras en mercedes a muchos vecinos de la villa de Buenos Aires. Ya en 1616 se había mandado mensurar todas las estancias existentes.