La Academia del Fútbol
Era la tarde del 25 de marzo de 1903 cuando un grupo de jóvenes de Avellaneda -liderados por Pedro S. Werner y Arturo Artola- se reunió en las instalaciones del Mercado de Ganado (Alsina y Gascón) para concretar un viejo anhelo: fundar un importante equipo de futbol.
Algunos de ellos pertenecían al Football Club Barracas al Sud; otros, a su clásico rival, Colorados Unidos del Sud. Luego de arduas discusiones, decidieron unir las dos instituciones en una sola, a la que bautizaron “Racing Football Club». El nombre fue propuesto por Germán Vidaillac, quien había exhibido en la reunión una revista francesa de automovilismo llamada «Racing».
La nueva institución tuvo su primera cancha en Roca y O’ Gorman (hoy 25 de Mayo), pero al poco tiempo se mudó a Corbatta (ex Alsina) y Colón, donde permanece desde entonces.
Durante sus primeras presentaciones, los jugadores usaron una camiseta blanca. Pero el 23 de julio de 1904, sus directivos organizaron un concurso para cambiarla. En aquella oportunidad, se presentaron tres propuestas: una, negra y amarilla; otra, verde y blanca, y la tercera, azul y blanca. Las autoridades eligieron la primera, aunque -por ser parecida a la de Peñarol de Montevideo- duró solo una semana.
Después, adoptaron una celeste y rosa, que años más tarde sería reemplazada por la actual, con los colores de la Bandera argentina.
En 1910, a partir de su ascenso a Primera División, el club comenzó a grabar su nombre entre “los grandes”. Entre 1913 y 1919 conquistó siete campeonatos consecutivos -récord en el fútbol argentino-, a los que se sumaron, hasta el fin de la era amateur, los de 1921 y 1925.
Al poco tiempo comenzó a ser conocido como «La Academia», debido a que su equipo “daba cátedra» durante los años del amateurismo. Ya en la era profesional -que comenzó en 1931- se transformó en el primer tricampeón al conquistar en forma consecutiva los certámenes de 1949 a 1951. Eran los tiempos de algunas de las más importantes figuras de la historia del club, como Rubén Bravo, Norberto «Tucho» Méndez y Ezra Sued.
En los años siguientes Racing se adjudico los campeonatos de 1958, 1961 y 1966, y las copas Libertadores e Intercontinental de 1967. Además, en el futbol nacional estableció un record: entre 1965 y 1966 se mantuvo invicto durante 39 fechas.
Pero poco después comenzó una racha adversa sin precedentes entre «los grandes” del fútbol argentino: no obtuvo ningún nuevo trofeo de la AFA en 35 años.
La crisis alcanzó su punto máximo en 1983, cuando sufrió el descenso. Sin embargo, volvió a Primera dos años más tarde y, en 1988, conquistó su -hasta ahora- último titulo internacional: la primera edición de la Supercopa.
En la actualidad, y como en toda su historia, Racing ostenta valores intangibles. Y es que, su hinchada no deja de acompañar al equipo de sus sueños y sigue demostrando una lealtad que despierta admiración más allá de las rivalidades.
Los Rojos de Avellaneda
Como suele ocurrir con las leyendas, los orígenes de Independiente se pierden en tiempo. De acuerdo con la tradición oral más difundida, su creación habría tenido lugar 4 de agosto de 1904, cuando un grupo de ocho jóvenes cadetes y ascensoristas de la tienda porteña “A la Ciudad de Londres» (Av. de Mayo y Perú) resolvieron “independizarse» de los mayores, quienes no los dejaban integrar el equipo de fútbol del club Maipú Banfield, formado por los empleados del comercio.
Decididos a revertir esa situación, los muchachos -cuyas edades oscilaban entre los 14 y 17 años- se reunieron en el almacén de la esquina de Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen) y Bolivar, donde resolvieron crear un nuevo equipo.
Así nació Independiente Foot Ball Club, cuyo nombre fue propuesto por Rosendo C. Degiorgi, en clara alusión ala actitud asumida por el grupo.
Durante los meses siguientes se formaron diversas «comisiones provisorias» para determinar cómo sería la organización, hasta que una asamblea general le dio fecha oficial de nacimiento: 1 de enero de 1905.
En su partido inaugural, jugado el 19 de enero de ese año, Independiente empató con Atlanta 2 a 2. Una semana más tarde obtuvo su primer triunfo (1 a 0), nada menos que ante Maipú Banfield, el club del cual se había separado el año anterior.
En los primeros días de agosto de 1905 llegó al país el equipo inglés del Nottingham Forest que, en esa oportunidad, goleó a Alumni por 6 a 0. E1 encuentro fue presenciado por el entonces titular de Independiente, Aristides Langone, quien quedó fascinado con el «endiablado” juego de los visitantes y el color rojo de su camiseta.
Días después, en la misma reunión en la que se cambió el nombre de la institución por el de «C1ub Atlético Independiente», Langone propuso adoptar la camiseta colorada. La iniciativa fue aprobada y, a partir de ese momento, jugadores e hinchas empezaron a ser conocidos como “1os diablos rojos de Avellaneda”.
En 1908, el club fue finalista de las copas Campeonato y E1 Diario, de Tercera División, y en 1909 conquistó la Copa Bullrich. Mas tarde -ya en Primera- obtuvo los torneos de 1922 y 1926. Pero el logro que lo convirtió en uno de «los grandes» del futbol argentino fue el bicampeonato de 1938 y 1939. Eran ya los años del profesionalismo cuando se consagró el legendario paraguayo Arsenio Pastor Erico.
Los triunfos aumentaron en los campeonatos de 1948 y 1960. Poco después, bajo la dirección técnica de Manuel Giúdice, el equipo comenzó una increíble racha ganadora, en la que se adjudicó dos campeonatos (1963 y 1967) y dos copas Libertadores de América (1964 y 1965). En las décadas siguientes, Independiente obtuvo el Metropolitano de 1970 y 1971, el Nacional de 1977, 1978 y 1983, la temporada 1988-
89, el Clausura de 1994 y Apertura 2002.
Arsenal de SarandíH
ay un barrio en Buenos Aires dominado por la pasión futbolera, como muchos otros, y que respira Fútbol desde hace más de un siglo. Sarandí, ubicado al sur del Conurbano bonaerense es un barrio de fútbol por naturaleza. Sus habitantes, en su mayoría descendientes de italianos y españoles, han canalizado su entusiasmo por el balompié en dos instituciones cercanas al barrio: Independiente e Racing de Avellaneda.
Sin embargo, a mediando el siglo pasado, los habitantes de la zona fueron de un hecho que los marcaría para toda la vida: vieron nacer Arsenal, que unía en su camiseta los colores de Racing e Independiente y los enlazaba a ellos con el único objetivo de jugar al fútbol.
Era el 11 de Enero de 1957 cuando una decena de jóvenes, algunos hinchas de los anteriores equipos, decidieron dar origen en el bar "Las Tres F" a un club de fútbol. Los colores de la camiseta, desde un pequeño inicio fueron fondo blanco con rayas verdes horizontales, pero luego debido al espíritu de la fundación se transformaron en los actuales celeste y rojo, para unir a los jóvenes del barrio sin distinción de camisetas. Era obvio que el celeste y el rojo debían colorear las camisetas del naciente club. A la hora del nombre, no había muchas opciones, aunque existió una que enseguida fue aceptada por todos, el nombre del mejor club del mundo en el año: Arsenal de Inglaterra.
Así fue como nació Arsenal Fútbol Club, el que fue autorizado por AFA a competir el 3 de marzo de 1961.
Allí nace la historia de Arsenal. Varios años antes de su fundación, cuando un equipo de fútbol que jugaba en la liga de Avellaneda en la década del 40, cansado de pelearse en los partidos, decidió aunar fuerzas y organizarse como club.
El primer partido oficial fue el sábado 13 de mayo de 1961, cuando jugó para el torneo de aficionados de la AFA, lo que hoy sería la primera D, frene al club Piraña, con quien empató en un gol marcado por su goleador histórico Héctor Grondona.
En su segundo año de competición oficial, Arsenal demostró que quería hacerse escuchar. En el torneo de 1962 consiguió el primero de sus logros futbolísticos cuando ascendió a la primera C tras conseguir de manera invicta el torneo. De los 29 partidos jugados, venció en 22 de ellos y empató las 7 restantes. La final del certamen, jugada en el Estadio Monumental de Núñez frente a Estudiantes, arrojó una victoria de 2 a 1 para Arsenal.
La primera C solo fue una estadía pasajera, ya que dos años más tarde, tras consagrase campeón del torneo de 1964, consiguió el ascenso a Primera B. Habían pasado solamente tres años de la afiliación a la AFA y el equipo de Sarandí ya estaba a un solo paso de la máxima categoría del fútbol Argentino.
Sin embargo, transcurrieron 20 años con el equipo en la segunda división hasta que en 1984 descendió a la Primera C, de donde regresó nuevamente en 1986. Sin embargo, ese mismo año, la AFA reestructuró sus torneos y creó la Primera B Nacional, lo que fué para Arsenal un descenso de categoría de forma virtual y fuera de la cancha, ya que a partir de ese momento jugaría en la tercera división.
El sueño de la Primera división parecía hacerse esperar, si bien el equipo poco a poco se afianzaba en su división, las esperanzas de un pronto ascenso eran pocas. En 1992 el club resurgió de la etapa de quietud y volvió a arremolinar las aguas. Ese año se consiguió el ascenso al Nacional B luego de vencer en la final a Alvarado de Mar del Plata. Era momento de mantenerse, de crecer y de acercarse con chances al ascenso a primera A.
Pero cuatro años más tarde, nuevamente la realidad del descenso golpeó las puertas de Arsenal. era 1996 y había que retomar energías desde la primera B. Sin embargo, un nuevo reordenamiento en AFA permitió que Arsenal tuviera una última chance para mantenerse en el Nacional B, debió jugar un reclasificatorio ante San Miguel y la victoria en el segundo partido por 1 a 0, luego de un empate a cero en el partido de ida, le permitió al club seguir en la segunda división.
Faltaba poco para fin del milenio cuando al equipo de Sarandí le surgió una inmejorable oportunidad para llegar por fin a la primera división. En aquel momento debió jugar las semifinales del reducido ante Instituto de Córdoba, pero la ventaja deportiva del equipo cordobés hizo que, tras dos empates, fuera Instituto quien clasificara para la final y que Arsenal continuara esperando otra instancia para ascender.
El torneo de la B Nacional del año 2001/2002 había sido encarado por la dirigencia de la institución con el objetivo de mantenerse en la categoría. Algunas magras campañas anteriores habían hecho que el club peligrase es esa división y de debieron poner todas las energías en seguir en la B Nacional. El equipo, dirigido ahora por Jorge Burruchaga, comenzó a obtener muy buenos resultados,. Tanto fue así que, casi inmediatamente, el riesgo del descenso sonaba lejano y comenzó a escucharse en los pasillos del club la palabra ascenso. Algo impensado para muchos a comienzos de la temporada, era factible, y más aún luego de obtener la zona A, y de clasificar al octogonal final por el ascenso. Finalmente, el sueño se hizo realidad tras obtener el octogonal y lograr el ansiado ascenso.
El arribo a Primera División, tras 45 años de historia, era un hecho para Arsenal. Además del ascenso, el club consiguió el record de ser el primer club en consagrarse campeón en todas las categorías del ascenso y luego llegar a la máxima categoría.
Eduardo Urtasúm, goleador del equipo en la década del 80, hincha fanático del club e hijo de uno de los fundadores, resume aquel acontecimiento del 18 de mayo del 2002: "Mi padre y el resto de los pioneros seguramente se habrían imaginado a Arsenal en Primera. Eran soñadores y no creo que lo hayan fundado para que nunca ascendiera. Pienso que era el sueño de todos. Gracias a Dios en este presente se dio lo que ellos soñaban y que las generaciones posteriores podemos disfrutar".
Campeón de la Sudamericana
El miércoles 5 de diciembre de 2007 quedó grabado en letras de oro la conquista máxima de Arsenal. Casi 30.000 personas coparon la cancha de Racing Club en busca de la ansiada copa. Y el camino no había sido fácil. Con un comienzo ante San Lorenzo, donde el empate de local no presagiaba una revancha fácil, pero como un campeón, se sacó de encima al cuervo y siguió adelante.
Así también cayó el Goias de Brasil y las Chivas de Guadalajara, con rutilantes actuaciones en tierras lejanas, y fue éste el fuerte del Arse, ganar de visitante. River, un viejo conocido en esta copa fue el siguiente paso, el más sufrido (antes del partido final), dos 0 a 0 y los penales, y Cuenca que todavía sigue atajándolos en la memoria.
Y por fin, el América, otro cuco que se rindió en el mítico Azteca. Pero había más, el sufrimiento parece ser “la marca del Arse” a lo largo de su historia. Y en el cilindro, cuando parecía que se iba nomás la Copa, apareció como un verdadero gladiador Martín Andrizzi. Se caía, se levantaba, arrastraba la pelota, pasaba por una baldosa entre los defensores, y como manda el designio del héroe, saco (cayéndose) con el último aliento el disparo cruzado que se transformo en gol y locura…. Arsenal campeón….
Fuente: www.arsenalsarandi.com.ar